
Telefónica ultima con los sindicatos un plan de reducción de plantilla en su filial española, que contempla la supresión de hasta 5.000 puestos en los próximos años y que, además, alcanzará el área corporativa y a sus filiales, con bajas incentivadas que pueden afectar a 500 puestos, en este caso sin cobertura sindical. Entre estos últimos afectados se prevé incluir a decenas de directivos, gerentes y gestores, con unas condiciones de salida ajenas al Plan de Suspensión Individual de la Relación Laboral (PSI).
Según ha podido saber elEconomista.es, el recorte laboral de la teleco se prevé hacer extensivo al área de corporativo, pero en este caso sin las ventajas que tradicionalmente disfrutaban de forma generalizada los trabajadores de Telefónica España. El hecho de que Telefónica SA no cuente con representación sindical condiciona la negociación de los empleados de la corporación, por lo que cada baja incentivada se realizará de forma personalizada.
En el caso del Plan de Suspensión Individual de la Relación Laboral (PSI), que publicó inicialmente Expansión, Telefónica España propondrá esta semana a los sindicatos la aplicación de esta medida extraordinaria hasta el año 2026, en varias ventanas. De esa forma, todo apunta a que el referido programa formará parte del Plan Estratégico que la teleco presentará el próximo 8 de noviembre, al mismo tiempo que sus resultados trimestrales. No obstante, el presidente de la compañía, José María Álvarez-Pallete, compartirá este miércoles con el consejo de la compañía las grandes líneas estratégicas que guiarán los pasos de la multinacional en los próximos años.
La renovación tecnológica que acomete Telefónica España, con el apagado de todas las centrales de cobre antes de abril de 2024, condiciona a la teleco a acometer una reconversión laboral en favor de otras tecnologías, como la fibra óptica y el 5G. Al mismo tiempo, el operador también pretende simplificar sus estructuras, en sintonía con las directrices de un plan estratégico que presumiblemente promoverá la búsqueda de ahorros y sinergias.
Los representantes de los trabajadores confían en replicar las condiciones de anteriores PSI, con el mantenimiento del pago a la Seguridad Social, la aportación al plan de pensiones y el seguro médico colectivo hasta la edad de jubilación, todo ello con una indemnización equivalente al 65% de la remuneración hasta los 65 años. Ese último plan estaba ideado para un máximo de alrededor de 4.500 empleados y finalmente se acogieron al mismo en torno a 3.000 trabajadores, lo cual derivó en un coste de alrededor de 1.400 millones de euros.
Fuentes consultadas por Europa Press apuntan que la operadora aprovisionará más de 1.000 millones de euros para encajar este plan de salidas incentivadas, una cifra a la que se sumarían en torno a 200 millones de euros vinculados a un plan de bajas voluntarias para el área de corporativo.
Por otra parte, Telefónica prevé despejar cualquier atisbo de conflictividad en el año del centenario, 2024, lo que facilitará un previsible acuerdo entre compañía y sindicatos en las negociaciones laborales. Al mismo tiempo, la plantilla acometerá en breve las conversaciones para la renovación del convenio, que podrían incorporar este tipo de bajas incentivadas, según apuntan fuentes del sector.