
Europa vuelve a estar en el radar del inversor extranjero. Después de años en los que la bolsa estadounidense ha batido sistemáticamente a la europea, el inicio de año ha estado marcado por una clara rotación del dinero hacia el Viejo Continente. El cambio radical en la política fiscal de Alemania, que ha aprobado un ambicioso plan de inversiones que incluye un paquete de estímulo fiscal de 32.000 millones de euros hasta 2028, se ha convertido en un catalizador para la bolsa europea y también para las compañías de tamaño medio, que cotizan con un fuerte descuento frente a las grandes en un momento en el que se benefician, también, de las bajadas de tipos que el Banco Central Europeo (BCE) inició en junio del año pasado.
Como explica Beltrán de la Lastra, director de inversiones y presidente de Panza Capital, la política fiscal favorece a Europa frente a Estados Unidos: "Nos encontramos dos caminos que se están cruzando. Uno es que Estados Unidos ha gastado más de lo que podía, y necesita gastar menos. Y otro es que Alemania ha gastado menos de lo que se podía permitir y está dispuesta a gastar más. Y a ese plan fiscal hay que darle la importancia que tiene. Si pienso en los próximos 3 a 5 años, esto puede ser una ayuda significativa para sacar valor en las compañías europeas de tamaño medio", opina.
Este tipo de cotizadas, más centradas en el mercado doméstico y menos expuestas a la incertidumbre que genera la política arancelaria de Trump, se beneficiará de un "entorno económico positivo", explican en DWS, y también de un apetito por el riesgo positivo, así como de factores estructurales positivos: "el mayor BPA previsto históricamente debería impulsar la rentabilidad superior a lo largo del ciclo, la valoración ajustada al sector PYMEs de Europa frente a las empresas de gran capitalización está por debajo de la media histórica", señalan.
Según recoge UBS, las acciones europeas de pequeña y mediana capitalización (agrupadas en el índice MSCI EMU SMID) "parecen atractivas dado su importante descuento en la relación precio-beneficio frente a las de gran capitalización, el mayor en más de 20 años". Desde este banco de inversión destacan que las acciones europeas de pequeña y mediana capitalización están expuestas a tendencias de crecimiento estructural en sectores como el industrial, de electrificación y descarbonización. Por lo pronto, las compañías de mediana capitalización europeas que forman parte del MSCIEurope Mid Cap llevan una subida del 4,6% en 2025, superior a la de las grandes, que avanzan un 3,11%, y a la de las pequeñas, que repuntan un 1,92% el mismo periodo.

Uno de esos fondos que ha generado retornos de doble dígito a cinco años es DNCA Invest Archer Mid-Cap Europe A, que además defiende cinco estrellas Morningstar, el máximo posible. Este rating mide la rentabilidad ajustada por al riesgo de un determinado fondo respecto a su categoría. Se trata de un fondo activo en el que su equipo gestor busca empresas europeas de mediana capitalización a precios atractivos. A cinco años consigue una rentabilidad anualizada del 12,69%, según Morningstar, y es de los pocos que aguanta también en positivo en el acumulado del año, con un avance del 5,7%. Con este vehículo, el inversor gana exposición a sectores como el industrial, el de productos y servicios de consumo, tecnología, medios de comunicación y salud -son los que más pesan-. Por compañías sus tres mayores posiciones se encuentran en la alemana Renk Group, especializada en ingeniería mecánica; en la empresa sueca de entretenimiento Modern Times Group, y en Gaztransport et Technigaz, una empresa francesa de ingeniería naval.
El otro fondo que ha ofrecido rentabilidades anualizadas de doble dígito, también del 12%, es Bankinter Pequeñas Compañías Europa R. Este producto centra su inversión en pequeñas compañías de toda Europa. En su caso, los sectores con mayor ponderación son el industrial, el de servicios financieros, el de consumo cíclico, el de tecnología y salud. Por el lado de las compañías, su primera posición es Uniphar, una empresa irlandesa que ofrece servicios de salud; seguida del grupo industrial sueco Indutrade, y de Hanza, otra empresa sueca de manufactura industrial. El fondo de Bankinter luce tres estrellas Morningstar, sobre un máximo de cinco.