
En los últimos años, el Banco Central Europeo (BCE) se ha convertido en el actor más importante del mercado de bonos europeo. Cuando el recorrido a la baja de los tipos de interés comenzó a agotarse, el BCE optó por imitar a otros bancos centrales y lanzar su programa de compras cuantitativas (QE por sus siglas en inglés) en 2015. Desde desde entonces, el balance del banco central no ha parado de engordar, con las compras de bonos liderando este crecimiento y a punto de alcanzar ya los 4 billones de euros, más de tres veces el PIB de España.
Las compras masivas de activos que dieron comienzo en 2015 bajo el programa APP han servido para relajar las condiciones financieras en el bloque y, quizá, salvar la integridad del euro. Este programa, que sigue activo (tras un leve parón entre 2018 y 2019), está al borde de alcanzar los 3 billones de euros entre bonos corporativos y soberanos. Por otra parte, el programa de compras contra la pandemia (PEPP por sus siglas en inglés), que se lanzó en marzo de 2020, ya roza el billón de euros. Así, la suma de ambos programas multiplica por más de tres el PIB de 1,2 billones de la economía de España.

Estos programas de compras han alterado el mercado de bonos, hundiendo el interés que pagan empresas y Estados para financiarse. Por ejemplo, el BCE acapara alrededor de 28% de toda la deuda pública española en circulación, lo que supone unos 384.000 millones de euros entre los programas APP y PEPP. Esta intervención en el mercado secundario de deuda ha permitido que el 'precio' que paga España por financiarse (lo que paga al año por intereses en deuda pública) haya caído hasta el 2% del PIB, frente al 3,5% que pagó en 2013, todo ello pese a que la deuda ha seguido aumentando.
Pero esto no es todo. Más allá de las compras de bonos, el BCE también ha usado otras herramientas que han ayudado a que su balance total (donde tiene el activo y el pasivo y quedan reflejadas todas sus operaciones) supere los 7 billones de euros, una cifra que multiplica por siete el tamaño del mismo balance en 2005, por ejemplo.
Dentro de esas herramientas están las subastas de liquidez a más largo plazo (TLTRO) y otro tipo de operaciones de liquidez en las que el BCE ofrece reservas(dinero puro) a la banca a cambio de un colateral. Por ejemplo, la operaciones de financiación a largo plazo añaden al balance 1,792 billones de euros. Otros activos que tienen un menor peso en el balance son el oro o las reservas de divisas, por ejemplo.

Sumando las compras de bonos, subastas y el resto de activos, el balance total del BCE alcanza los 7,162 billones de euros, lo que supone un 63% del PIB de toda la zona euro. ¿Es muy grande el balance del Banco Central Europeo? Pues se podría decir que sí, sobre todo si se compara con su tamaño previo a la crisis de 2008. La mayor parte de su crecimiento se ha producido desde 2014, cuando se puso en marcha el primer programa de compras cuantitativas (compras de bonos) y se incidió en las subastas de liquidez a largo plazo. La crisis del covid ha acelerado aún más si cabe esta tendencia.
A día de hoy, el balance total del BCE supera en términos de PIB al de la Fed o al del Banco de Inglaterra, que representan alrededor del 37% del PIB de sus economías. No obstante, el BCE aún está lejos del Banco de Japón, cuyo balance equivale al 131% del PIB de la economía nipona.
Aunque resultará difícil ver al BCE 'japonizándose' a corto plazo, sí se prevé que el balance del BCE siga aumentando en los próximos meses, puesto que los programas de compras de bonos siguen vigentes y aún tienen munición que puede utilizarse si fuera necesario.
Los dos programas en activo
El APP es un programa sin fecha de caducidad, ni tamaño concreto, que adquiere bonos a un ritmo de 20.000 millones mensuales. Hasta la fecha suma 2,947 billones de euros en compras acumuladas.
Por el contrario, el PEPP caduca en marzo de 2022, pero todavía se pueden usar unos 850.000 millones de euros de los 1,850 billones con los que ha sido dotado. Este programa, que ha sido diseñado ex professo para combatir la crisis del covid, tiene más flexibilidad para alterar la cantidad de compras mensuales y el tipo de bonos adquiere.
Algunos meses las compras han alcanzado los 120.000 millones (durante lo peor de la pandemia), mientras que últimamente las adquisiciones de bonos han rondado los 60.000 millones. No obstante, de usarse el paquete completo del PEPP, el balance del BCE alcanzará el 70% del PIB de la zona euro y las compras de bonos totales multiplicarán por más de cuatro el tamaño de la economía de España.