Industria

La maldición de la industria alemana se recrudece con dos duras 'estocadas' aparte de los aranceles de EEUU

  • Los analistas están deseosos de anunciar un punto de inflexión positivo
  • Los datos de marzo confirman que el boquete no está yendo a más
  • Pero los ríos alemanes y las tierras raras chinas se suman a Trump
Foto: Alamy

La parálisis económica en la que vive sumida Alemania desde la pandemia discurre paralela a los continuos problemas que enfrenta su histórica industria, hasta hace no tanto ejemplo de éxito para el mundo entero. El surgimiento de un 'nuevo mundo' tras el covid en el que los servicios son más demandados, los tipos de interés más altos, los costes energéticos más elevados (Rusia lo cambió todo al invadir Ucrania) y China ya no es ese cliente excepcional (ha pasado de fiel importador de valor añadido a feroz competidor, solo hay que mirar hacia sus coches eléctricos) ha provocado una sacudida en el sector manufacturero teutón que no parece tener fin. Confiando casi más en la esperanza que en los datos, los analistas económicos germanos llevan meses deseando anunciar que la industria ha tocado fondo y que empieza a remontar a la espera de que el ambicioso estímulo adelantado por el nuevo Gobierno comience a operar. Pero cuando alguna mínima cifra parece apoyar esa tesis, surge algo que prorroga la agonía. Si los aranceles de EEUU ya suponían un amenaza letal a esta recuperación, ahora llegan dos 'estocadas' más que recrudecen la maldición: unas vías fluviales alemanas con muy poca agua para estar en primavera y el nuevo 'cerrojazo' chino con las tierras raras.

Los datos conocidos esta semana han hecho a estos economistas de las casas de análisis volver a predicar que podemos estar ante el principio del fin del socavón industrial. Tras el informe de ayer sobre un fuerte aumento del 3,6% de los nuevos pedidos industriales, este jueves se ha conocido que la producción industrial germana también subió un 3% en marzo. Esto significa que la producción industrial en el primer trimestre aumentó un 1,5% en comparación con el último trimestre de 2024, contribuyendo de forma significativa al ligero crecimiento de la economía alemana en su conjunto en el primer trimestre, un hito relevante en la medida en la que el país arrastra dos años seguidos de contracción del PIB (algo que no se veía desde los primeros 2000) y cunde el miedo a que haya un tercero.

"La producción en los sectores con uso intensivo de energía al menos se ha estabilizado, la industria automotriz ha compensado la caída de la producción a finales de año y la tendencia en otros sectores ha sido ligeramente alcista durante varios meses. El efecto moderador de las fuertes subidas de tipos de interés del BCE entre el verano de 2022 y el otoño de 2023 está claramente desapareciendo. En cambio, es probable que los recientes recortes de tipos de interés del BCE surtan efecto gradualmente", escribe Ralph Solveen, economista de Commerzbank.

"Los resultados de marzo confirman que las condiciones de la industria alemana al menos han dejado de deteriorarse. La producción se había mantenido prácticamente sin cambios en los meses previos a marzo, tras haber caído drásticamente anteriormente", certifica Franziska Palmas, de Capital Economics. "En los últimos meses se han observado claros indicios de estar tocando fondo. Esta tendencia, a pesar de los aranceles estadounidenses, podría continuar en los primeros meses del segundo trimestre, ya que los pedidos industriales también han mejorado y los niveles de inventario han comenzado a disminuir", se pronuncia Carsten Brzeski, de ING.

Pero son estos mismos analistas los que reconocen que hay que guardar el confeti. Como explica el propio Solveen desde Commerzbank, las cifras de marzo sin duda exageran la tendencia subyacente de la producción: "Es posible que parte de la producción se haya adelantado en vista de los inminentes aranceles estadounidenses. Es probable que esto haya influido en el fuerte aumento del sector farmacéutico (+19,6% respecto al mes anterior), por ejemplo. Además, es posible que el efecto de la fecha relativamente tardía de la Semana Santa no se haya eliminado completamente en el ajuste estacional".

"La producción farmacéutica aumentó de forma especialmente pronunciada, lo que sugiere que parte del dinamismo de la producción en marzo se debió a la aplicación anticipada de aranceles estadounidenses. Los productos farmacéuticos aún no están sujetos a aranceles estadounidenses, pero Trump ha amenazado con imponerles aranceles específicos para el sector próximamente", ahonda Palmas desde Capital Economics. Esta previsión de adelantarse a los aranceles estadounidenses se ha vuelto a reflejar en la balanza comercial, con un repunte del 1,1% en las exportaciones en marzo tras el 1,8% de febrero.

Para la economista de la casa de análisis británica, cualquier impulso derivado de la aplicación anticipada de aranceles debería desvanecerse pronto. Y dado que la demanda estadounidense genera alrededor del 7% del valor añadido de la manufactura alemana, recalca, es probable que los aranceles afecten duramente al sector. Sin dejar la guerra comercial, Palmas considera que un lastre adicional podría provenir de la desviación de las exportaciones chinas fuera de EEUU. "El sector también seguirá luchando contra la pérdida de competitividad y un declive estructural de la demanda de automóviles. El nuevo gobierno ha prometido ayuda mediante nuevos subsidios para la compra de vehículos eléctricos y recortes en los impuestos a la electricidad, pero probablemente pasarán varios meses antes de que se implementen", redobla su pesimismo.

Más frío es el jarro de agua que arroja Mateusz Urban, economista sénior de Oxford Economics: "Los pedidos aumentaron en el último mes del primer trimestre y una serie de encuestas -entre las que destacan el PMI manufacturero de abril, pero también el ifo y el ZEW- apuntan a una mejora de la situación del sector, que lleva mucho tiempo en dificultades. Pero aunque pensamos que esto indica que es poco probable que la tendencia a la baja de la producción del sector se reafirme, creemos que es poco probable que esto sea indicativo del inicio de una recuperación propiamente dicha".

Tirando de dato, Brzeski ofrece una vista panorámica: la producción industrial aún se encuentra un 9% por debajo de su nivel prepandemia. El analista de ING, habitual 'doctor' de los males de la economía alemana, admite que hay ingredientes claros para una recuperación cíclica típica: además de las bajadas de tipos por parte del BCE citadas desde Commerzbank, los planes de inversión y reforma del nuevo Gobierno de Gran Coalición debería impulsar a la industria al menos en la segunda mitad del año, la bajada de los precios del petróleo también debería tranquilizar a una industria alemana con un consumo energético intensivo y las erráticas políticas de Trump pueden disuadir a empresas alemanas de reubicar la producción en unos EEUU con menos impuestos y menos burocracia.

Sin embargo, todos estos positivos ingredientes chocan con el grueso muro arancelario (por el momento, tarifas del 10% a los productos europeos, más altos para los automóviles, joya de la corona de la industria germana) y con una apreciación del euro frente al dólar que equivale a un arancel adicional a los aranceles oficiales, en palabras de Brzeski. En Oxford Economics contemplan directamente un retroceso en el segundo trimestre tanto de las exportaciones como de la producción industrial en el segundo semestre.

Los ríos y las tierras raras chinas

Si el muro de la guerra arancelaria ya es grueso de por sí, se le añaden aún más ladrillos con las dos 'estocadas' referidas al comienzo. En ING desarrollan la primera de ellas. El nivel del agua en los ríos alemanes se encuentra actualmente en niveles casi sin precedentes para esta época del año. Los buques solo pueden transportar alrededor del 50% de su carga habitual. Si la sequía y el bajo nivel de los ríos alemanas (todo el mundo pensando en el Rin) ya ocuparon titulares hace unos veranos, en medio de la zozobra aún imperante en las cadenas de suministro, ahora supone un 'tiro de gracia' en medio de tanta incertidumbre.

La otra 'estocada' la abordan con bastante detalle los analistas de Commerzbank en un informe propio. La creciente desconfianza entre EEUU y China ha llevado a Pekín a decretar nuevas restricciones a la exportación de tierras raras que puede hacer bastante daño a la industria alemana. El pasado 4 de abril, China anunció que restringiría la exportación de siete tierras raras. A partir de ahora, se requieren licencias para exportar estos metales, así como compuestos, aleaciones y productos que los contengan. Los elementos afectados son el samario, el gadolinio, el terbio, el disprosio, el lutecio, el escandio y el itrio.

No es la primera vez que China restringe la exportación de metales especiales. En julio de 2023, se introdujeron licencias para las exportaciones de galio y germanio; en diciembre de 2023, para el grafito; en septiembre de 2024, para el antimonio; y en febrero de 2025, se introdujeron seis más: tungsteno, telurio, bismuto, indio, molibdeno y tungsteno. Sin embargo, esta es la primera vez que las tierras raras se ven afectadas.

"El término tierras raras se utiliza a menudo de forma imprecisa. Técnicamente, se refiere a los 15 lantánidos, además del escandio y el itrio. Sin embargo, otros metales especiales, como el galio o el antimonio, suelen denominarse elementos de tierras raras, aunque no lo sean. Además, los elementos de tierras raras se dividen en ligeros y pesados, y China ostenta una posición prácticamente monopolística en el procesamiento de elementos de tierras raras pesados", explica Volkmar Baur, estratega del banco alemán.

Commerzbank: "Una falta o reducción significativa en las exportaciones de tierras en los próximos meses podría causar problemas para las industrias automotriz y médica en Alemania"

Cuando China introdujo los procedimientos de licencia para la exportación de galio y germanio en julio de 2023, transcurrieron aproximadamente dos meses antes de que se otorgaran las primeras licencias. En consecuencia, no se exportó ni galio ni germanio desde China en agosto ni septiembre de 2023. Incluso después de la entrada en vigor de la licencia, la recuperación de las exportaciones de galio tardó varios meses. "Esto podría deberse a los engorrosos procedimientos de licencia. No solo requieren mucho tiempo para los exportadores, sino también para los importadores. Los exportadores deben completar seis documentos diferentes, incluido un perfil de cliente. Esto ha llevado en el pasado a que los importadores se mostraran reacios. Además, los importadores deben comprometerse a no revender los productos importados sin la aprobación de las autoridades chinas. Una vez presentado el proceso, pueden participar hasta tres autoridades en el proceso de aprobación", desarrolla Baur. En general, el Ministerio de Comercio afirma que el proceso se demora unos 45 días, pero puede ser más en casos difíciles.

Esto se traduce en que, al menos durante abril y mayo, es improbable que se exporten estos siete elementos de tierras raras desde China, y podría tardar aún más en alcanzar los volúmenes de exportación anteriores. Esto es significativo para Alemania, ya que, según Destatis, el 65,5% de todas las tierras raras importadas en 2024 provino de China. Otro 23,2% provino de Austria y el 5,6% de Estonia. Sin embargo, en estos países, las tierras raras solo se procesan. De hecho, las exportaciones de Austria podrían ser simples reexportaciones, por lo que la dependencia real de las importaciones chinas podría ser aún mayor.

"Dado que no ha habido ninguna indicación de almacenamiento preventivo en los datos de importación alemanes en los últimos meses, una falta o reducción significativa en las exportaciones de estos siete elementos en los próximos meses podría causar problemas para la industria automotriz, así como para la producción de turbinas eólicas y dispositivos médicos. Específicamente, el samario, el terbio y el disprosio son esenciales para la fabricación de imanes permanentes. Además, es importante considerar que los productos que contienen estos elementos de tierras raras, incluidos los propios imanes, también están sujetos a controles de exportación", cierra el experto de Commerzbank.

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