
Tras la autorización de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la pelota de la opa de BBVA está sobre el tejado del Gobierno, cuyo calendario para tomar una decisión ya ha arrancado. No se espera una resolución inmediata, pero esta semana la situación enfrenta dos momentos significativos, susceptibles de influir en el devenir de la operación.
Por un lado, Banco Sabadell desglosará las primeras cuentas trimestrales de 2025 el próximo jueves día 8, un momento clave para mostrar de nuevo los réditos de su estrategia en el afán por convencer al inversor para que no acuda a la opa de BBVA y podría poner fecha a la presentación de su plan estratégico 2025-2027, donde echará los restos para enseñar todo su potencial y quizá avanzar nuevas promesas de remuneración al inversor si la entidad continúa singladura independiente.
La entidad culminó 2024 con un beneficio histórico de 1.827 millones y con la rentabilidad en el 14,9% -14% sin atípicos-. Durante el ejercicio, que fue de menos a más y que había comenzado con un 11,5% de rentabilidad, elevó su promesa de remunerar al inversor desde 2.400 millones a 3.300 millones vía dividendos y recompras para el bienio 2024-2025.
El consenso de analistas de Bloomberg espera que Sabadell presente ahora una expansión del 27,44% en la cuenta del primer trimestre, hasta ganar 392,50 millones. Pero las cifras podrían ser muy superiores si, como ha ocurrido con resto de grandes entidades, sorprende con una menor carga en el impuesto de la banca y mejor evolución comercial por el buen momento de la economía pese a la caída de los tipos de interés.
Antes, el Gobierno tendrá la ocasión de tomar el pulso al sentimiento empresarial y político catalán frente a la opa y después de los compromisos asumidos por BBVA con la CNMC. Pedro Sánchez inaugura este lunes la reunión del Cercle d'Economia, cuyo presidente y consejero delegado de Banco Sabadell entre 2007 y 2020, Jaume Guardiola, ha sido uno de los directivos que más se ha afanado en rechazar la operación alertando sobre una merma de la financiación para las empresas si desaparece uno de sus escasos proveedores.
El martes está prevista la intervención del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y al día siguiente del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, quien aseguró que defenderá "los intereses de Catalunya" tras conocerse el aval de la CNMC.
Competencia aprobó el expediente el miércoles y, tras su envío al Ministerio de Economía, el gabinete de Cuerpo dispone de 15 días hábiles para decidir si lo eleva al Consejo de Ministros, que tendrá 30 días para decidir.
El Gobierno rechazó la operación desde el principio, alertando sobre los riesgos de una mayor concentración bancaria, pero en los últimos días varios miembros del Consejo de Ministros han optado por la prudencia. Si abre el análisis de la opa tendrá que ser por riesgos distintos a los de competencia, según la ley.