Política

Pegasus provoca la primera crisis de Gobierno del ala socialista con choque entre Bolaños y Robles

  • La responsable del CNI muestra las autorizaciones del Supremo
  • Fuentes políticas afirman que Pere Aragonès fue uno de los investigados
  • Algunos grupos parlamentarios estudian denunciar a Rufián por revelar datos

El hilo de espionaje de Estado no acaba. Este jueves, el ministro de la Presidencia se ha quitado responsabilidad del control de los móviles del Gobierno, y aunque ha dicho defender a Robles -quien por cierto ayer pidió la prensa que averiguara a que negociado de Moncloa le correspondía esa ciberseguridad-, ipso facto ha colectivizado las culpas a todo el Ejecutivo de Pedro Sánchez, provocando, como consecuencia del 'caso Pegasus', la primera crisis de Gobierno -al menos pública- de los miembros del ala socialista, crisis que obligará a Sánchez a que dé explicaciones en la cámara del Congreso de los Diputados.

Las declaraciones del miércoles de Margarita Robles tuvieron un día más tarde respuesta. Sin dar nombres, la titular de Defensa apuntó que el control y vigilancia de los móviles del Ejecutivo dependen de Moncloa, y del servicio de Presidencia, que en ese momento recaía sobre Félix Bolaños, hoy ministro del ramo y también de Relaciones con las Cortes.

Ante este posicionamimento, Bolaños ha intentado hoy apagar el fuego. Pero sus manifestaciones no han hecho más que embarrar un terreno que está empezando a complicarse día a día, con la ayuda también de Unidas Podemos, que no está de acuerdo con nada de lo que se dice desde las instancias oficiales.

El ministro más político del Ejecutivo de Pedro Sánchez ha señalado que, antes de hablar de él, hay que al hablar de "responsabilidad del Gobierno en su conjunto", colectivizando así el peso que el miércoles le puso Margarita Robles. En versión extendida el ministro traslada que "la responsabilidad es del Gobierno en su conjunto de que las instituciones democráticas funcionen con todas las garantías y que los españoles tengan claro que los derechos fundamentales, las libertades y el derecho a la privacidad y el secreto a la comunicaciones se garantizan en una democracia como la nuestra".

Desviando el choque entre miembros de la misma alineación política, y a la dirección a la que apuntó Robles, Bolaños destacó que es un episodio "muy grave" de "ciberespionaje" al presidente y a la propia ministra y por tanto van a tratar de esclarecer los hechos "cuanto antes" y a "tomar medidas" para que no se repita.

Y claro es lo que no han tenido las formaciones independentistas y Unidas Podemos, que este jueves han acudido a la Comisión de Secretos Oficiales por donde ha pasado la directora del CNI.

El lío de Rufián y Aragonés

A primera hora de la mañana arrancaba la segunda sesión de la Comisión de Secretos Oficiales que tiene lugar en el Congreso de los Diputados. Era el turno de Paz Esteban quien, ante la comisión de control de los créditos destinados a gastos reservados, que se celebró a puerta cerrada y bajo secreto, dio cuenta de la investigación interna realizada y permitió a los portavoces, según varias fuentes, tener acceso a "mucha información" sobre este caso.

En concreto, y respecto al espionaje a políticos independentistas -apuntan varias fuentes-, la directora detalló cerca de una veintena de casos, entre los que figuraría el espionaje al hoy presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, aunque otras fuentes no concretan el número exacto y apuntan solo que son "menos de 20".

Apuntaron varios de los presentes en la reunión que la directora no aportó información sobre el caso de la intrusión que se ha conocido a los móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la ministra de Defensa, Margarita Robles, porque "no figuraba en el orden del día" y la directora del CNI no se salió del guion, pese a que "todos" los portavoces sacaron el tema.

En la reunión, presidida por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y a la que los 10 portavoces -uno por cada grupo parlamentario- accedieron sin dispositivo móvil alguno, los presentes pudieron testear "secretos oficiales", apuntaron varios, "más de lo que se esperaba".

Esta información aportada por la directora hizo que muchos consideren que ha "cumplido con creces" e, incluso, la vean "reforzada" frente a los que dudan sobre su continuidad al frente del CNI. Así lo señalaban PP, Vox y Ciudadanos, entre otras formaciones, ponderando la profesionalidad de la directora del CNI, la pulcritud de sus actuaciones -guiadas por el marco de las directrices de inteligencia y las resoluciones judiciales del Tribunal Supremo-, aplaudiendo así la gestión de Esteban al frente del Servicio Nacional de Inteligencia.

Pero ERC no analizó así lo sucedido en la Comisión de Secretos Oficiales. Su portavoz, Gabriel Rufián salió descontento y subrayando que, de esas dependencias del Congreso salía con el convencimiento de que existen células y grupos descontrolados dentro del Estado y, servicios de inteligencia extranjera. Puntos éstos que fueron rebatidos por la bancada de los partidos de centro-derecha del Congreso, remarcando que, en primer lugar no se puede revelar la información a la que se tiene acceso en esta comisión, y que además eran meras conjeturas de Rufián porque en ningún momento se había escuchado nada de ese cariz. 

Denuncias por revelar secretos

Tanto es así que, algunos grupos parlamentarios estudian denunciar a todos los que desvelen información de la comparecencia de la directora del CNI, Paz Esteban, en la Comisión de Control de Créditos para Gastos Reservados de la Cámara Baja, y citaron al portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, como un posible objetivo por sus afirmaciones.

Fuentes de algunos grupos sopesan acciones judiciales que presentarían ante la Fiscalía o un juzgado de instrucción apelando al artículo 598 del Código Penal, que tipifica el delito de revelación de secretos y contempla penas de hasta cuatro años de prisión.

Aluden a declaraciones del portavoz de ERC en las que sostuvo que, respecto al espionaje a este medio centenar de independentistas, Esteban planteó dos hipótesis: el origen pudo ser "un país extranjero u organismos del Estado al margen de la ley".

Acto seguido, Rufián publicó un tuit a la salida de la comparecencia de Esteban: "Sobre la Comisión de Secretos Oficiales: 1) No hay secretos. Ni oficiales ni extraoficiales, 2) No se ha dicho nada que el CNI no haya flitrado ya 3) Sólo hay 2 vías. O ha sido otro país o ha sido otro organismo estatal. Y la 3 es una interpretación. Repito, una INTERPRETACIÓN".

Podemos ve "reforzada" su exigencia de depurar responsabilidades

Así, el propio Rufián pareció curarse en salud al aclarar que las dos posibles vías de espionaje con Pegasus, otro país u otro organismo estatal, sería sólo una interpretación suya.

No obstante, los independentistas recalan que, y tras oír al CNI, el Congreso tiene que subir este caso a la Comisión. Podemos, por su parte, ve "reforzada" su exigencia de depurar responsabilidades y pide desclasificar información del CNI.

Y tal y como este miércoles solicitó la Fiscalía, entretanto, la Audiencia Nacional ya ha declarado el secreto de las diligencias del caso que estudia el espionaje a los teléfonos del Gobierno.

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