
El fabricante burgalés de componentes de automoción Antolin ha presentado su plan de transformación para el próximo cuatrienio. En él, la compañía burgalesa busca generar más valor en su negocio actual mientras desarrolla un proyecto de crecimiento sólido y rentable a largo plazo. Dicho plan contempla unas inversiones de entre 1.000 y 1.200 millones de euros hasta 2026.
El plan, denomindo Gear up Our Ambition (Engrana nuestra ambición), prevé que las ventas de Antolin crezcan de media entre un 7% y un 8% anual, hasta alcanzar cerca de 6.000 millones de euros en 2026 con un ebitda de unos 600 millones de euros ese año.
Este incremento del negocio se asentará en el potencial de crecimiento que Antolin tiene en Norteamérica, que elevará su peso hasta cerca del 40% del total de las ventas de la compañía, frente al 35% actual; y Asia, que crecerá hasta representar un 20% del negocio en 2026, cuatro puntos porcentuales más que ahora. Gracias especialmente al impulso de los nuevos negocios y clientes en China e India, Antolin alcanzará unos ingresos en Asia de más de 1.100 millones de euros en 2026.
Ramón Sotomayor, consejero delegado de Antolin, ha explicado que "vamos a centrarnos más en el cliente siendo su socio clave para sus futuros modelos; aceleraremos nuestras tecnologías y soluciones innovadores; y, sobre todo, vamos a crecer de forma rentable y sostenible".
No es el único objetivo de la compañía, ya que también se ha propuesto alcanzar un margen ebitda a doble dígito para 2026. Según los datos sin auditar al cierre de 2022, el margen operativo de la compañía se situó en el 7%. Los datos preliminares estiman que la facturación en 2022 se situó en los 4.451 millones de euros, lo que supondría un incremento del 9,7% en tasa interanual.

Y es que el plan de transformación prevé "contar con las fábricas más competitivas, eficientes y productivas de la industria mediante la implantación en toda la organización de proyectos de mejora continua identificando las mejores prácticas internas". El plan de transformación también contempla distintas iniciativas de mejora de la excelencia operativa de las funciones corporativas apalancándose en la digitalización, como en el área financiera o de compras.
De hecho, Antolin revisará y optimizará su red industrial con el objetivo de mejorar el rendimiento y la eficiencia. En un contexto donde la producción mundial de automóviles sigue lejos de las cifras prepandemia, la compañía tiene que adaptar su capacidad de fabricación a la situación real de la industria y las necesidades de los clientes.
Todo ello debido a que el sector del automóvil aún no ha recuperado las cifras de producción previas a la pandemia. De hecho, las previsiones más optimistas calculan que no será hasta 2025 cuando la producción de vehículos supere los 90 millones de unidades.
Retorno de la inversión del 5%
De hecho, las inversiones en capital que planea la compañía para este año se sitúan entre los 255 y 275 millones de euros, lo que le permitiría obtener un retorno de la inversión sobre facturación de entre el 5% y el 5,5%. Así, para 2026, año hasta de finalización del plan, Antolin espera realizar unas inversiones de capital de entre 280 y 300 millones de euros, lo que le generaría un retorno de la inversión sobre facturación del 5%. Y es que la multinacional burgalesa prevé un ahorro estimado de entre el 10% y el 15% de su presencia global. Al cierre de 2022, las cifras preliminares de retorno de la inversión sobre facturación se situaban en el 4,5%.
Si estas cifras se comparan con las de Gestamp, la multinacional vasca logró que el capex alcanzase el 8,4% de los ingresos en 2022, en línea con el objetivo de tener un capex de hasta el 9%. Asimismo, el plan estratégico de CIE Automotive, que en su plan estratégico hasta 2025 también contempla lograr una inversión en capex que alcance el 5% de los ingresos.
Así las cosas, la multinacional burgalesa estima que este plan de transformación le permitirá lograr un flujo libre de caja de entre 450 y 500 millones de euros, así como una generación de caja de entre 85 y 115 millones en 2026.
Además, Antolin prevé que el plan de transformación le genere unos ahorros de caja de 300 millones de euros en los próximos cuatro años, lo que permitirá mejorar su rentabilidad.
En lo que a deuda se refiere, Antolin prevé que cuando finalice el plan de transformación, en 2026, la deuda neta se situará entre los 720 y los 780 millones de euros. Así, la compañía prevé que dentro de cuatro años la ratio de deuda financiera neta/ebitda se sitúe en 1,5 veces, mientras que en 2022 este nivel se situó en las 3,5 veces, ya que la deuda se situó en los 846 millones, según las cifras preliminares.