
La Reserva Federa (Fed) tranquilizó a los inversores a mediados de semana al mantener sin cambios su postura monetaria aun reconociendo que el crecimiento económico se está desacelerando y que la inflación será mayor este año a raíz de los vaivenes políticos y comerciales de la administración estadounidense de Donald Trump.
A pesar de que todavía persiste la incertidumbre, el mercado espera que la Fed se mantenga impertérrita a lo largo de los próximos meses y el tipo de interés se quede en su rango actual del 4,25% al 4,5% hasta que la economía muestre señales más claras de enfriamiento y los riesgos al alza para la inflación resulten transitorios a finales de 2025.
"Los inversores están a la espera de señales más claras", reconoce el economista jefe de Julius Bäer, David Kohl, tras un movimiento a la baja de los rendimientos de los bonos estadounidenses a dos años, más sensibles a los cambios de la política monetaria, que retrocedieron hasta caer por debajo del 3,97%. El bono estadounidense a diez años también contuvo su movimiento con una cesión más reducida hasta el 4,24%.

Aún con todo, la volatilidad persistirá a lo largo de los próximos meses, según descuenta el mercado, en un contexto en el que los costes de endeudamiento, también para las naciones europeas, irán al alza tras la flexibilización de las normas fiscales adoptada recientemente a nivel comunitario y, en particular, en Alemania.
La intención de incrementar el gasto militar y en infraestructuras provocó a principios de semana un encarecimiento de los costes de financiación. Con todo y con ello, el bono alemán a 10 años ha terminado estabilizándose en la semana sobre la zona del 2,7%, aunque lejos del 2,3% del que partió a principios de 2025.
"Si Alemania adopta un gasto deficitario, otros países podrían seguir su ejemplo, lo que llevaría a una política de deuda más relajada en toda Europa", afirma el gestor de carteras de M&G Investments, Robert Burrows, quien afirma haber reducido su cartera de deuda periférica. "Esto podría debilitar la confianza en la deuda pública europea, elevando el coste de los préstamos para los países altamente endeudados". Por el momento, los rendimientos de los bonos de referencia de los países del sur de Europa (Portugal, Italia, Grecia y España) han subido cerca de 30 puntos básicos desde principios de mes.