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Alemania decide cambiar su 'regla sagrada' frente a la deuda para suavizar el golpe de la recesión

  • Scholz cambiará el cálculo detrás del techo al endeudamiento
  • Esta norma lleva vigente desde la era Merkel
(Reuters)

Alemania se encuentra ante un contexto complicado. Su economía se encuentra al borde de la recesión técnica y su músculo industrial está fuertemente lastrada por una desaceleración mundial y unos mayores costes. Ante esta situación, los socios de Gobierno del actual canciller, Martin Scholz, han pedido abiertamente que se acabe con la regla sagrada de la deuda. El país tiene un límite constitucional que, resumiendo mucho, solo permite un incremento del déficit inferior al 0,35% del PIB nominal.

Aunque en principio se planteó quitarlo después de que los presupuestos saltasen por los aires debido a que el Tribunal Constitucional alegase que no se estaba cumpliendo adecuadamente, el gobierno germánico cumplió con unos nuevos presupuestos ajustados a este 'freno de deuda' y prometió no anularlo. Sin embargo, en 2024 parece que la aproximación del ejecutivo ha cambiado de forma drástica.

Aunque no quieren quitarlo, desde el Gobierno preparan un cambio que pueda permitir flexibilizar este límite haciendo que en tiempos de crisis, como el que tocará afrontar este año, el Gobierno tenga las manos libres para endeudarse más y haciéndolo más estricto en las épocas de 'vacas gordas'. De este modo, Scholz confía en conseguir más munición en su cruzada contra la recesión mientras respeta este techo constitucional que selló Angela Merkel en 2009, cuando lo peor de la crisis de Lehman Brothers hizo que el Gobierno viera los riesgos de un alto endeudamiento y optase por una vía permanente, haciendo que por ley ya nunca pudiera haber déficit estructural.

Para entender cómo el Gobierno alemán va a cambiar el cálculo detrás del freno de deuda, hay que ver concretamente la fórmula. Al margen de atar el déficit al 0,35% también suma un componente cíclico en caso de recesión que debe reembolsarse cuando la situación mejore. Aunque aún no hay datos oficiales de Alemania de cuanto sería este componente cíclico, desde la OCDE se calcula que estaría fijado en 0,203. Esto daría más margen para endeudarse a Alemania pero no el suficiente, según estima el actual gobierno

En ese sentido, la solución pasaría por incrementar ese 'componente cíclico' con un reforma express en el Bundestag. Debido a que solo cambian este factor, se puede realizar este cambio sin necesidad de recurrir a un cambio en la constitución y tan solo haría falta una mayoría simple. "Necesitamos adaptar el cálculo al estado actual de nuestra economía, cambiando nuestro acceso a financiación", explicaba hace unas semanas Christian Lindner, ministro de Finanzas. Sin embargo, quiso dejar claro en todo momento que "esto no aumentará el endeudamiento a largo plazo, debido a que solo nos dará más margen de maniobra durante esta crisis que recuperaremos durante el 'rebote'".

Según las estimaciones del propio Gobierno, sin reformar el techo de deuda podrían acceder a 20.000 millones de euros 'extra' de deuda, solo por la entrada en recesión del país (debido al componente cíclico). En total, los cálculos de Commerzbank dejan claro que Alemania tendrían en total unos 100.000 millones de euros de margen de endeudamiento.

Aún no se sabe cuánto va a incrementar el ejecutivo germánico este componente clave para el cálculo en momentos de recesión, pero desde Commerzbank explican que será clave y que "tan solo aumentándole desde los 0,203 a un 0,3 , sumaría de golpe 5.500 millones extra solo con una reforma muy limitada. Sin embargo, esto es con cálculos muy optimistas respecto a la recesión que vivirá Alemania y desde la firma señalan que "el crecimiento que el país espera del 1,4% para 2024 es demasiado positivo y, de hecho, nuestras estimaciones son un retroceso del 0,4%".

"Tanto la política monetaria europea com la fiscal deberían general fuertes obstáculos"

La probabilidad de una recesión técnica en Alemania es muy alta después de un crecimiento raquítico en primer semestre de 2023 y una contracción del 0,1% en el tercer trimestre. A falta de los últimos datos del año, tanto la Comisión Europea como el Gobierno alemán esperan una contracción del 0,3% del PIB para el conjunto de 2023, es decir, que este último trimestre siga retrocediendo y, por tanto, entre en recesión técnica. Después, en 2024 las perspectivas mejoran con un claro rebote que, para la OCDE será del 1,5%.

Sin embargo, diversos factores pueden ahogar esta 'remontada'. Desde Deutsche Bank explican que es probable otra caída del PIB debido a que "tanto la política monetaria europea com la fiscal deberían general fuertes obstáculos" que se suman a "problemas estructurales más evidentes". Desde el banco germánico creen que la economía germánica seguirá en retroceso hasta la primavera de 2024 cuando empezará una "recuperación gradual".

"Los economistas creen que la medida favorece a una mejor ratio de deuda pública pero que quita flexibilidad a lo hora de afrontar situaciones complicadas"

Pero volviendo al freno de deuda, los analistas explican que ya no solo serían 5.500 millones sino que a esa cifra habría que sumarle 13.000 millones más de margen de endeudamiento para 2024 y 23.000 millones extra para 2025. Todo esto con un cambio muy leve en el cálculo, si decidiera ir más allá el colchón de deuda al que podría acceder sería aún mayor. Una fórmula que no ha gustado a la oposición, que le acusa de hacer 'trampas' para esquivar la norma, pero que ha abierto un verdadero debate en Alemania.

Según el instituto IFO "el actual modelo es criticado porque muchas personas piensan que ya no es eficaz y por ello su apoyo se ha reducido". En ese sentido, su última encuesta señala que solo el 48% de los economistas encuestados creen que hay que mantenerla en su forma actual, mientras que 44% optan por una reforma y el 6% por una abolición total de esta norma. "Los economistas creen que la medida favorece a una mejor ratio de deuda pública pero que quita flexibilidad a lo hora de afrontar situaciones complicadas".

La estocada del Constitucional

El foco lleva puesto en el freno de deuda desde finales de 2023. Hasta entonces esta medidas había pasado por debajo del rádar por varios motivos. En primer lugar, el Gobierno lo suspendió durante el covid y numerosos vehículos millonarios de sus presupuestos venían de esa época es decir, Alemania podía acceder un mayor déficit y cumplir con la norma debido al carácter excepcional de la crisis pandémica. Posteriormente, las ayudas a Ucrania tanto en armamento como en recursos también quedaron fuera del 'freno de deuda', tal y como se votó en el parlamento, pues consideraron estos gastos también como una emergencia.

Sin embargo, esta situación anómala empezó a llegar a su fin a finales de 2023, cuando el Tribunal Constitucional bloqueó cerca de 60.000 millones de dólares del fondo climático del presupuesto para 2024. El motivo es que buena parte de este dinero estaba 'libre' de ser contabilizado por el cálculo del freno de deuda porque venía de financiación extraordinaria del covid que había sobrado de años anteriores. El tribunal de este modo decidió tumbar todos los presupuestos abriendo una agria discusión entre los miembros del Gobierno de coalición, que tenían que volver a la mesa de negociación.

En unas semanas pudieron alcanzar un acuerdo sin necesidad de declarar una situación de emergencia que le permita suspender el techo de deuda. En ese sentido, se anunció un ahorro de 17.000 millones de euros que, en buena medida, vino de un recorte de 12.000 millones del fondo climático. Por su parte, también redujeron el presupuesto en 45.000 millones de euros. Con todo ello esquivaron el bache y prometieron cumplir la ortodoxia fiscal fijada en su constitución… pero, con los presupuestos ya hechos, el Gobierno ya prepara un cambio para que este límite sea diferente a partir de ahora.

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