
OHLA ha configurado un nuevo plan de desinversiones con el que pretende estabilizar su posición financiera con la reducción de su deuda en el entorno de los 200 millones de euros y dejarla así por encima de los 200 millones, con ratio sobre el resultado bruto de explotación (ebitda) acorde a lo que exigen los mercados financieros, según explican fuentes próximas a la empresa.
El grupo que lideran Luis Amodio, como presidente, y José Antonio Fernández Gallar, como consejero delegado, sacará al mercado próximamente el 50% que controla del Centro Canalejas de Madrid y el 100% de su división de Servicios, instrumentada a través de Ingesan y que está especializada en las actividades de facility management. Estas dos ventas se suman a la que ya tiene en marcha del Centro Hospitalario de la Universidad de Montreal (CHUM), en Canadá.
La compañía proyecta culminar las tres desinversiones entre la segunda mitad de 2023 y los primeros meses de 2024. Con ello, se centrará en los negocios de Construcción y Concesiones y, con un papel secundario pero creciente, en el área de Desarrollos con un enfoque hacia la promoción inmobiliaria. Sigue así los pasos que están dando competidores como Ferrovial, Sacyr y ACS.
Para 2023, prevé 3.450 millones de ingresos, un ebitda superior a 125 millones y una contratación de más de 3.600 millones
El consejo de administración de OHLA ha tomado esta decisión después de cerrar 2022 con unas pérdidas de 96,8 millones de euros -5,9 millones de beneficio en 2021- derivadas del deterioro precisamente del proyecto Canalejas, la diferencia de cambio y la variación del valor razonable de los bonos emitidos en la refinanciación de 2021; y con una deuda corporativa de 467 millones, si bien hace dos semanas selló una nueva recompra de bonos por 33,5 millones, rebajándola a 433 millones. Además, cuenta con una posición total de liquidez con recurso de cerca de 700 millones.
Aunque incurrió en números rojos por los factores señalados, la constructora presentó un año más una evolución positiva del resultado bruto de explotación (ebitda), situándolo ya en 114,1 millones, un 25,1% más que en 2021 y por encima de los 110 millones previstos hace un año. Con este nivel y tras la reciente recompra de bonos, la ratio de deuda baja ya hasta 3,8 veces ebitda. La firma se encuentra ya muy próxima a la generación de caja operativa positiva antes de inversiones y desinversiones.
Con la recompra de bonos de febrero, rebaja su deuda corporativa a 433 millones
En cuanto a los ingresos, el grupo elevó la cifra en el último ejercicio hasta los 3.259,7 millones, un 17,3% más y por encima de la estimación oficial de 3.000 millones. Del total, el 70,6% se ha generado en el exterior. Europa representa el 47,3%, Norteamérica un 35,4% y Latinoamérica, el 16,4%. El margen ebitda se situó en el 3,5% y para este año la compañía confía en aumentarlo hasta el entorno del 4%.
La contratación registró el nivel más alto de la compañía desde 2014, con 4.273,7 millones, un 15,6% más que el año anterior y pulverizando los 3.500 millones que se habían fijado como objetivo. De este modo, situó la cartera en 7.034 millones, un 21,1% más y en máximos desde 2015. Un impulso sustentado en sus negocios de construcción y servicios, pero también en la reactivación de la actividad de concesiones, con adjudicaciones en Colombia, España y Chile.
El valor de Canalejas es de 180 millones y su socio Mohari tiene derecho preferente, aunque también podría desinvertir
La división de Construcción, principal pata de OHLA, firmó una cartera de 5.807,3 millones, un 21,1% y, además, potenció las ventas un 21,3% y el ebitda un 28,7%, lo que permitió dar continuidad a la mejora del margen ebitda, hasta alcanzar el 4,8% (4,5% en 2021 y 2,6% en 2020). Una mejora que viene propiciada por la implantación de una metodología más estricta en la contratación, de manera que en los nuevos proyectos se registran márgenes superiores al 8%.
Para 2023, la multinacional española prevé alcanzar unas ventas en el entorno de los 3.450 millones, un ebitda superior a los 125 millones y una contratación por encima de los 3.600 millones. La vuelta al beneficio estará supeditada a la consecución de las desinversiones, según explican fuentes próximas a la empresa.
Mejora su margen ebitda al 4,8% en construcción y al 3,5% a nivel grupo, con expectativa de llegar al 4% en 2023
OHLA relanzó el pasado otoño la venta del CHUM después de que romperse el acuerdo que había alcanzado en 2021 con el fondo BBGI por el aumento de los costes financieros. Pilota el proceso Rubicon y la expectativa es cerrarla en el segundo semestre. Por esta operación podría obtener alrededor de 40 millones de euros.
Ahora, el grupo trabaja en la contratación de asesores para sacar al mercado el 50% que controla del Centro Canalejas de Madrid, un complejo inmobiliario que acoge el Hotel Four Seasons, una galería comercial, viviendas de lujo y un aparcamiento. La valoración en libros de este activo asciende a 180 millones de euros. La firma ha decidido dar este paso antes de lo que había previsto en su última guía estratégica –apuntaba a 2024– ante el acercamiento de inversores interesados. Lo hace cuando el hotel ya está en pleno funcionamiento y con unos resultados muy positivos –la actividad de la galería comercial aún está más ralentizada–. Su socio en el proyecto, Mohari, cuenta con un derecho preferente, si bien no se descarta que incluso pueda aprovechar para vender también su 50%, de acuerdo con fuentes conocedoras.
Con estas operaciones podría ingresar más de 300 millones y destinar en torno a 200 millones para amortizar el bono que emitió en 2021
Adicionalmente, OHLA pondrá en el escaparate el 100% de su filial de Servicios Ingesan. Cuenta con un ebitda de alrededor de 15 millones, por lo que con las ratios que está pagando el mercado la transacción podría elevarse hasta el entorno de los 90 millones de euros. El negocio se concentra en actividades de facilities management, en los sectores de limpieza, mantenimiento y eficiencia energética de inmuebles, atención a las personas y servicios urbanos. La venta asoma al mercado apenas unas semanas después de que Sacyr haya entregado los cuadernos de venta para transferir el 100% de su filial de Valoriza Facilities –y al menos el 49% de Valoriza Medio Ambiente–. El equipo de Fernández Gallar aspira a recoger el interés de los inversores que no consigan hacerse con el negocio de Sacyr.
OHLA lanza la venta de Servicios tras testar igualmente el apetito que existe por este tipo de actividad y para concentrarse en Construcción y Concesiones. Ferrovial se ha desprendido de la mayor parte de sus actividades de Servicios a través de distintos procesos por geografías y actividades. En el caso del área de Facilities y Servicios de Infraestructuras, transfirió en 2021 el 75,01% al fondo español Portobello, creándose así Serveo. Esta compañía emerge como claro candidato para comprar la filial de Sacyr, pero ahora también se coloca en su radar OHLA Ingesan, que se suma a la filial del ramo de Acciona, con la que mantiene una vía abierta después de que hace dos años se frustrara la fusión planteada con Ferrovial.
Para este año, el equipo gestor de OHLA no prevé acometer más recompras de bonos después de la que ejecutada este mes de febrero
Con las tres desinversiones, OHLA obtendrá recursos para acometer las inversiones requeridas, principalmente en concesiones y promociones y, sobre todo, para reducir su apalancamiento. La constructora se había marcado el objetivo de situar su endeudamiento bruto en entre 350 y 400 millones de euros en 2022 -tras bajarlo en tres años desde más de 700 millones-, pero la venta fallida del CHUM lo ha imposibilitado. Con estas operaciones podría ingresar más de 300 millones y destinar en torno a 200 millones para amortizar el bono que emitió en 2021 con vencimientos al 50% en 2025 y 2026. De este modo, situaría su deuda en una horquilla de entre 200 y 250 millones, un nivel óptimo para las capacidades de la empresa, según indican fuentes cercanas a la misma. De hecho, con un ebitda previsto de 125 millones, la ratio de deuda se limitaría a apenas 2 veces.
Para este año, el equipo gestor de OHLA no prevé acometer más recompras de bonos después de la que ejecutada este mes de febrero con los últimos cobros por la venta del Old War Office de Londres. La amortización se perfeccionaría ya en los primeros meses de 2024. A partir de entonces, enfrentaría la refinanciación del bono, pero ya con un importe sostenible para los flujos de caja que presumiblemente generará.