Industria

Criteria desafía la crisis del acero en Europa y compra el 20% de Celsa

  • El consumo en el continente no deja de caer y los aranceles de Trump amenaza con inundar la UE de materiales del Norte de África y Asia
  • El holding se impone a otras cuatro ofertas en el proceso lanzado por SVP y Attestor 
  • La compañía cumple así con el compromiso alcanzado con el Gobierno 
Oficinas de Celsa. EE
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La crisis del acero en Europa no hace mella en la voluntad de CriteriaCaixa de crecer en el sector. A pesar de la caída del consumo en el continente y la amenaza para toda la industria que suponen los aranceles anunciados por Estados Unidos a la siderurgia, el holding barcelonés ha llegado a un acuerdo para quedarse con el 20% de Celsa. Tal y como los fondos de inversión pactaron con el Gobierno cuando tomaron el 100% del capital a la familia Rubiralta.

Según explica la firma industrial en un comunicado, el holding y el consejo de la siderúrgica han acordado "avanzar en negociaciones" para la operación, que se enmarcaría en la cartera de capital privado de la firma. Celsa explica que en el proceso se recibieron un total de cinco ofertas, resultando escogida la presentada por Criteria. Hace un mes, a preguntas de elEconomista.es, desde el conglomerado con sede en Barcelona negaban la operación, que se habría vuelto a reactivar, al parecer.

"Mediante esta alianza, CriteriaCaixa y Celsa afianzan la estrategia de reorganización financiera de la compañía fabricante de acero e impulsan su plan industrial ya en curso", dice la siderúrgica en un comunicado. "A la excelente valoración cuantitativa y cualitativa de la oferta, Celsa ha valorado también el alineamiento estratégico, así como la reputación, prestigio y experiencia del ofertante", añade.

Por otra parte, el brazo inversor de la Fundació La Caixa valora "el liderazgo con visión a largo plazo y su sólido compromiso con el desarrollo socioeconómico en los países donde opera, especialmente en España desde hace cerca de 60 años".

Criteria tendrá la misión de reflotar los resultados de la compañía, afectados por la atonía del sector en los últimos años. Si bien el resultado neto del grupo en 2023 –el último año disponible- se vio afectado por los diferentes movimientos vinculados a la reestructuración emprendida por los fondos, la facturación y el ebitda sí muestran el negocio ordinario. Las ventas cayeron desde 6.100 millones hasta los 4.765 millones de euros, el 22% menos, y el ebitda se encogió un 50% y pasó de 885 millones a 441 millones, con un descenso a medida que avanzaba el año: en el primer semestre fue de 286 millones y en el segundo de 155 millones.

La crisis del acero sigue en 2024

A la espera de conocer los resultados de la empresa para el año pasado, sí se puede saber cómo se desempeñó el sector en 2024. Según los datos de la patronal Eurofer, el consumo de acero no se recuperó, como se había proyectado previamente (+1,4%), sino que se espera que experimente una nueva recesión (-1,8%), aunque más leve que en 2023 (-6%).

Así, las firmas europeas que ya hicieron públicos sus resultados revelaron las dificultades. Arcelormittal redujo el ebitda un 19% desde los 8.742 millones de dólares (8.431 millones de euros) a los 7.053 millones de dólares (6.802 millones de euros) y frenó toda su transformación hacia la descarbonización. Thyssenkrupp lo recortó un 44% hasta los 895 millones de euros y anunció el despido de 11.000 personas.

A la atonía ya interna se suman los aranceles del 25% anunciados por Estados Unidos al sector. Como explicaba Carola Hermoso, directora general de Unesid, en una entrevista concedida a este medio, existe el riesgo de que producto de China y el Norte de África -mucho más barato y que ya afecta los precios del sector- acabe en Europa ante la imposibilidad de entrar en Norteamérica. Los fabricantes hace años que alertan de esta competencia 'desleal' que desinfla los precios y complica la competitividad del acero local.

No obstante, la siderurgia europea podría tener en la industria armamentística una oportunidad para su renacer. Así le ha sucedido, por ejemplo, a la propia Thyssenkrupp, que se dispara más de un 100% en bolsa desde el inicio de año -es un gran productor de submarinos-. Aunque Celsa no trabaja para el negocio de la defensa, podría aprovechar oportunidades en la fabricación de este armamento para mejorar su rentabilidad.

La compañía que preside Isidre Fainé enmarca esta inversión en el impulso de la cartera de capital privado, El holding calcula que esta división alcanzará los 4.000 millones para 2030, el 10% de una cartera que debería ser de 40.000 millones de euros.

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