
El gigante alemán BASF pisa el freno la construcción de una fábrica de reciclaje de baterías en Tarragona. Prevista para entrar en funcionamiento en 2028, la lenta adopción del coche eléctrico ha provocado que la firma química decida pausar la inversión, prevista en alrededor de 500 millones de euros. La duda ha provocado que el conglomerado haya perdido los 30 millones en ayudas preconcedidas que tenía de la Generalitat de Cataluña y el Gobierno, aunque mantiene los 100 millones de fondos europeos que también iban a acompañar la operación.
El director general de la organización en España, Carles Navarro, explicó este martes que la retirada de las subvenciones nacionales -una de ellas a través del Ministerio de Industria- no compromete el futuro de la iniciativa. "Confiamos en poder adherirnos a otros programas de ayudas que estén vigentes en el momento en el que decidamos iniciar la construcción", explicó.
Sí es crítico mantener el apoyo de la Unión Europea, que habilitó una ayuda de 100 millones de euros para la planta. "Hemos encontrado mucha comprensión de las autoridades y la ayuda todavía es válida", destacó. El dirigente rechazó dar una fecha exacta sobre el límite del plazo para tomar una decisión, pero sí dijo que tenían años y no meses hasta que llegase.
Sin el impulso continental, el proyecto sí correría riesgo. "Estamos en comunicación con la Comisión Europea. La presencia de ayudas es un factor muy importante para que la inversión se pueda realizar y salir adelante; sin ellas, el proyecto perdería parte de su atractivo", avisó el dirigente.
BASF justificó la decisión de frenar sus planes por la "ralentización de las ventas de coches eléctricos". "De haber seguido adelante con los planes iniciales, el centro no hubiese tenido suficiente producción y no sería rentable", dijo Navarro. Sin embargo, el grupo alemán mantiene su voluntad de poner en marcha los trabajos en Tarragona "una vez las condiciones del mercado mejoren".
A la espera de desencallar la obra, la química destacó que durante la campaña 2024 ha invertido 48 millones; una cifra que escalará hasta los 54 millones en 2025. El complejo de Tarragona es el destino principal del gasto, seguido por los centros de Guadalajara, Castellbisbal (Barcelona) y la Zona Franca de Barcelona.
Las cifras de BASF en 2024
Además de comunicar inversiones, BASF también hizo públicos las ventas del ejercicio pasado, que se cerró con una facturación de 1.426 millones de euros, un 5% más que los 1.358 millones de la campaña anterior. La subida se debió a un incremento de los volúmenes, que ascendieron un 9%, frente al descenso del 4% de los precios.
La compañía admitió que el descenso en precios se extiende por todas las divisiones a excepción de la de pinturas para automoción, que, en cambio, baja en volumen por la ralentización de la industria del automóvil. "Los precios han bajado y continúan deprimidos", lamentó Navarro.
Para este 2025, BASF no augura una recuperación a corto plazo. "La demanda continúa a la baja como consecuencia de la situación mundial; en España tenemos la suerte de esperar una estabilidad en las ventas o incluso un ligero crecimiento", comparó.