
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, afirmó que confía en poder mantener la producción de la compañía en Venezuela a pesar a las restricciones anunciadas por el presidente norteamericano, Donald Trump.
"Tenemos un diálogo directo y abierto con las autoridades estadounidenses, y trabajamos junto a ellas con el objetivo de mantener nuestros activos y operaciones en Venezuela en el futuro. Así que estamos hablando, tenemos ese canal abierto y prefiero seguir trabajando en esa relación franca y directa con el gobierno de EEUU", respondió el CEO de la multienergética ante una pregunta de los inversores durante la presentación de los resultados de la compañía relativos al primer trimestre el año.
"Como probablemente sabrán, recibimos a finales de marzo una comunicación en la que se nos otorga el mismo tratamiento que a todas las empresas americanas. Es decir, se nos indica que la licencia específica será revocada el 27 de mayo de 2025. Las compañías americanas que operan en Venezuela recibieron algo muy similar o exactamente igual", explicó Imaz.
"Debo recordar —añadió— que nuestra principal actividad de producción en Venezuela no está bajo esa licencia. No es producción de petróleo: somos principalmente productores de gas en Venezuela. El 85 % de nuestra producción allí es gas", indicó el consejero delegado.
Hace un mes, la administración de Estados Unidos revocó los permisos y excenciones concedidas a varias empresas, incluida Repsol, para exportar crudo desde Venezuela. De acuerdo con esta comunicación, estas empresas, entre las que también se incluyen la estadounidense Global Oil Terminals o a la francesa Maurel et Prom, deberán poner fin a sus operaciones el próximo 27 de mayo.
Cabe destacar que Repsol lleva operando en el país desde 1993 a través de la empresa mixta Petroquiriquire, de la que posee un 40%.
Efectos del apagón
En cuanto al apagón vivido en España y Portugal el pasado lunes, Imaz confirmó que el episodio no tuvo demasiadas consecuencias económicas o materiales para la compañía. "El mercado está reaccionando bien. Las ventas volvieron a niveles normales el martes, recuperando los volúmenes previos al apagón del lunes. Así que, por fortuna, para nuestras operaciones el impacto ya está prácticamente superado y limitado a los días mencionados", resumió.
"Nuestra principal preocupación en este tipo de procesos es siempre el riesgo de incidentes: procesos de coquización, solidificación de corrientes en tuberías, etc., que podrían dificultar mucho la recuperación y el reinicio de operaciones. Afortunadamente, no hubo consecuencias graves. Fue una combinación de buena operación, buenos equipos y también algo de suerte en cuanto a las consecuencias de este apagado. Así que no hay ningún impacto negativo relevante".
Pese a ello, las instalaciones de la energética todavía no están completamente operativas. "Nuestras cuatro refinerías se quedaron a cero. La primera que comenzó a recibir energía para reiniciar fue la de Bilbao, por su proximidad a la frontera francesa. Esto ocurrió, probablemente, unas seis horas después, hacia las 18:30, y durante el resto de la tarde-noche todas las refinerías recuperaron acceso a la electricidad. En cuanto a las destiladoras, van a necesitar unos tres días desde el comienzo del reinicio para volver a operar. En el caso de las unidades de conversión, depende del tipo de conversión, pero probablemente algo entre cinco y siete días. Algunas podrían estar antes, como los hydrocrackers, que estarían en el extremo de los siete días", pronosticó.