Casualmente, Endesa celebró este martes su Junta de Accionistas, tan solo un día después del gran apagón que sacudió a la península y dejó a la población sin suministro eléctrico durante horas. Y aprovechando el altavoz mediático, José Bogas, CEO de Endesa, volvió a pronunciarse sobre el cierre de las nucleares, un asunto que adquiere hoy una mayor relevancia dadas las circunstancias.
"Podría no resultar prudente renunciar a una tecnología segura y competitiva. No debemos olvidar que a día de hoy la energía nuclear abastece al 20% de la demanda de España", declaró Bogas en presencia del 85,62% del capital de la compañía suscrito con derecho a voto.
"Sería prudente una revisión del calendario de cierre del parque nuclear en España. Es una energía de la que no deberíamos prescindir para reducir las emisiones de CO2, abastecer el incremento de demanda industrial, asegurar la seguridad del suministro eléctrico y para que los precios de la electricidad no se incrementen", justificó Bogas. Para el directivo son "muy seguras" y están en perfecto estado para extender su vida hasta los 60 años.
"No obstante —añadió—, es necesario rebajar la fiscalidad que soporta esta tecnología para que estas centrales sean viables desde un punto de vista económico. Esta tecnología está muy penalizada fiscalmente frente a otras tecnologías, soportando más de 16 €/MW de tasas, es decir, un 25% del coste total, además del coste de la tasa Enresa", aclaró.
Cabe resaltar que Endesa posee el 100% de la central de Ascó I y el 85% de Ascó II (Tarragona), el 72% de Vandellós II (Tarragona), el 36% de Almaraz I y II (Cáceres) y el 1% de Trillo (Guadajalara).
En relación al apagón, Bogas consideró que garantizar el suministro eléctrico es fundamental y que acontecimientos como el de ayer, cuando se produjo un apagón en la red peninsular, ponen en evidencia la importancia de garantizarlo.
Acuerdos de la Junta
Endesa aprobó sin sorpresas los 10 puntos incluidos en el orden del día durante su junta de accionistas, convocada para este martes, tan solo un día después de que un gran apagón energético sumiese a España y Portugal durante horas en la oscuridad. Así, los accionistas respaldaron la propuesta de reducción de capital social mediante la amortización de un máximo de 104,56 millones de acciones propias, equivalentes al 9,87% del capital social de la compañía, a través de un programa de recompra con el que prevén alcanzar los 500 millones de euros.
También ratificaron el pago de un dividendo para los accionistas de 1,32 euros, un 10% más respecto al objetivo fijado, así como un 32% más respecto a la cuantía fijada en 2023. Esta cifra sitúa la rentabilidad del dividendo de Endesa por encima del 6%.
Con un beneficio neto de 1.888 millones de euros en 2024 —un 154% más respecto a los 742 millones de euros obtenidos en el ejercicio anterior—, y un beneficio bruto de explotación (ebitda) un 40% superior, de 5.293 millones de euros, los planes de la compañía pasan por invertir 9.600 millones de euros en el periodo 2025-2027, un 8% más respecto al plan anterior. Del total, un 80% se concentrará en redes de distribución y activos de generación, incluyendo la adquisición de activos hidráulicos. Otro 10% se destinará al mantenimiento de sistemas nucleares y ciclos combinados, y otro 9% restante de destinará al negocio de comercialización.