
El Gobierno deberá afrontar un gasto de 24.185 millones este año dentro del marco de los compromisos presupuestarios adquiridos con la UE y con la OTAN, la cifra es algo mayor a la que dedicó España a pagar las prestaciones por desempleo en 2023. Los Presupuestos para 2025, que Bruselas quiere convertir en un muro de contención ante el asedio iniciado por Donald Trump desde EEUU, implican un incremento de la inversión comunitaria en defensa y transición ecológica. Las Cuentas, financiadas en parte por los propios Estados miembro, demandarán de una contribución de España por encima de los 13.585 millones que ya fueron aportados el año pasado. A ello, se suma el aumento presupuestario en Defensa, que exige la Alianza Atlántica. Moncloa deberá elevar el gasto del 1,28% actual al 2% del PIB, un alza estimada que se traducirá en una subida adicional de 10.600 millones de euros. Para ello, es imprescindible que la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, logre presentar cuanto antes el proyecto de Presupuestos, y reunir la mayoría parlamentaria suficiente como para aprobarlos en el Congreso.
El reto es enorme. De hecho, la Comisión Europea sigue estudiando la posibilidad de congelar el regreso de las reglas fiscales para destopar la capacidad de gasto de los Veintisiete. "Para momentos extraordinarios es posible tener medidas extraordinarias", dijo la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen. Varios países, entre ellos España, ya han comenzado a trasladar propuestas para construir una respuesta firme al desafío geopolítico.
Moncloa envió esta semana un documento a Bruselas en el que reclama elevar el presupuesto plurianual para el periodo 2028-2034, un 2% sobre el PIB desde el 1% actual. La meta -describe la petición española- es aumentar el gasto en defensa. Sin embargo, la intención del Ejecutivo no pasa solo por incrementar las aportaciones, sino también por desarrollar la fiscalidad comunitaria, implantando nuevos impuestos en toda la Unión Europea y armonizar otros con la intención de elevar la recaudación y financiar así el gasto derivado de la autonomía militar. "Respaldamos el desarrollo de la industria europea de defensa a través de un gasto más específico e inteligente", apunta el documento socialista. Sánchez apuesta además por "adquisiciones conjuntas de material de defensa", en línea con lo que reclama el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa. "Debemos buscar ideas para evitar duplicaciones y pensar en nuevas formas de financiación", dijo el portugués.
Entre las opciones propuestas por España se encuentra la implantación de "impuestos medioambientales progresivos", pero también la exportación del gravamen a las Grandes Fortunas al marco fiscal europeo. La actual vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera, se presentó a las elecciones europeas con un programa que contenía ambas medidas. No fueron las únicas. En la agenda tributaria de Sánchez, se encuentra solicitar una armonización en la en la tributación sobre las ganancias de capital a nivel de la UE, o el establecimiento de unas bases mínimas comunitarias en el impuesto de sucesiones o donaciones.
Sin embargo, la intención de Moncloa es dilatar la obligación presupuestaria que exige la OTAN. Pedro Sánchez ya le trasladó al neerlandés, Mark Rutte, que España alcanzará el 2% en defensa, pero no será antes del 2029. "España ha incrementado el gasto en defensa en un 70% en la última década, siendo el tercer país aliado que más lo ha incrementado", defienden fuentes del Ejecutivo. No obstante, Washington no está dispuesto a hacer concesiones. Trump exige que ese gasto militar sea del 5% y apuntó hace semanas desde Davos a España como uno de los países con una inversión más pobre. La presión del estadounidense hizo efecto sobre el secretario general de la OTAN. "No hay tiempo que perder. Reactivar nuestras industrias de Defensa, para aumentar la producción es una necesidad absoluta", dijo Rutte hace días, apuntando a la necesidad de elevar esa inversión anual hasta 3%, lo que demandaría incrementar el gasto por encima de los 20.000 millones de euros.