
Rusia es consciente de la importancia de las criptomonedas aunque continúa recelando de ellas. Pese a ello, se ha propuesto permitir las transacciones con criptomonedas, pero únicamente dentro de un régimen especial que permitirá su uso solo a ciudadanos más que solventes.
La principal condición que pone el Banco de Rusia es que los inversores actúen en valores y depósitos que superen los 100 millones de rublos (alrededor de un millón de euros) o bien que sus ingresos durante el año anterior fueran de más de 50 millones de rublos (531.151 euros).
Solo los empresarios y entidades financieras que cumplan estas condiciones para ser inversores cualificados, según la legislación actual, podrán tomar parte en este nuevo experimento regulado por el Banco de Rusia, que además establecerá otros requisitos regulatorios teniendo en cuenta el nivel y la naturaleza de los riesgos de los activos.
Con este régimen experimental especial para las criptomonedas planteado por el Banco de Rusia, la entidad se ha marcado el objetivo de aumentar la transparencia del mercado de las criptomonedas, crear nuevos estándares para la prestación de servicios y ampliar las oportunidades de inversión para inversores experimentados que estén dispuestos a asumir riesgos importantes.
En todo caso, el Banco de Rusia sigue sin considerar a las criptomonedas como un medio de pago, y por ello propone introducir simultáneamente una prohibición de liquidaciones entre residentes sobre transacciones con criptomonedas fuera del marco experimental, así como establecer responsabilidades por violar dicha prohibición.
Fuera de ese régimen experimental, el Banco de Rusia prevé permitir a todos los inversores cualificados invertir en derivados de liquidación, valores y activos financieros digitales que no prevean la entrega de criptomonedas a los inversores, pero cuyo rendimiento esté vinculado a su valor.
El CriptoRublo de Putin
Rusia se ha acercado a las criptomonedas en diferentes momentos, incluso a la creación de una propia que fue bautizada inicialmente como Bitruble cuando comenzó a forjarse en 2017, pero que derivó en CriptoRublo (CryptoRuble en inglés), aunque el país continúa en pañales en esta materia.
El CriptoRublo fue creado por el Gobierno ruso a instancias de Vladimir Putin como una forma de dinero digital encaminada a fortalecer la economía de Rusia y a reducir la dependencia del dólar.

Su funcionamiento debía basarse en el uso de la tecnología de criptografía para proteger las transacciones y mantener la privacidad de los usuarios, proporcionando una alternativa segura y transparente al dinero tradicional utilizado en Rusia. El coste del CriptoRublo es idéntico al coste de un rublo normal.
Sin embargo, el CriptoRublo no cala y sigue en el aire. El primer grupo piloto para probar este rublo digital se formó en junio de 2021 e incluía a 12 bancos: Ak Bars, Alfa-Bank, Dom.rf Bank, Gazprombank, Promsvyazbank (PSB), Rosbank, Sberbank, SKB-Bank, Soyuz Bank, Tinkoff Bank, Transcapitalbank y VTB.
La criptomoneda se diferencia de una convencional en que está patrocinada por el estado ruso. No se trata de una criptomoneda como Bitcoin, ya que el encargado de emitirla es el gobierno sin ampararse en la minería. La intención de Rusia es que el rublo digital fuera emitido por el Banco Central de Rusia como moneda digital del banco central (CBDC) bajo la administración del gobierno ruso.
Un modelo cerrado que no avanza
Se esperaba que desde 2022 se permitiera a los ciudadanos probar la criptomoneda y ayudar así a reducir los costos en el sistema financiero, además de aumentar la competencia entre los bancos, pero la criptomoneda plantea un 'modelo cerrado' y no avanza.
La implantación del CriptoRublo tenía la finalidad de que las transacciones estuvieran siempre cifradas, lo cual facilita el envío de dinero de forma discreta al margen de las posibles sanciones al país por parte de entidades internacionales.
Otra de las razones en que se apoyaba la implantación del CriptoRublo pasaba porque la moneda digital podría ayudar a erradicar otras criptomonedas fuera del control gubernamental ruso, como Bitcoin y Ether, pero a Rusia le supera su implantación y, pese a los intentos, es evidente que recela de las criptomonedas.
De hecho, aunque Putin se muestra favorable a las criptomonedas, es más por evidencia que por convincción. Es más, el presidente ruso dijo en marzo de 2021 que las criptomonedas se utilizaban principalmente con fines delictivos, y esa idea ya se plasmaba en los proyectos de ley presentados por los legisladores rusos en 2020 y 2021.
Otro de los aspectos negativos de esta criptomenda rusa que no cala es que emitir una moneda estable vinculada al rublo ruso podría parecer arriesgado desde el punto de vista económico, ya que la moneda de Rusia no ha mostrado un crecimiento constante, ni siquiera estabilidad, en los últimos años. De hecho, el rublo lleva en constante declive desde la primera invasión rusa de Ucrania en 2014.